martes, 7 de octubre de 2014

Poemas de Chary Gumeta, invitada al V Festival de Poesía de Lima


PARA UN SUICIDA
“La vida se acaba
Hasta que se acaba”

Para Marco Fonz de Tanya

Escucho voces distintas
De edades distintas
Es evidente que mi oído
Aún descifra su transparencia.

Cada edad tiene una historia,
Una experiencia acumulada
Según lo vivido;
Se entierra el alma cada día
Pretendiendo existir
Porque vivir solo ha quedado
En el libro de la vida

Es tan absurdo el suicidio
Como una tragedia brutal e incomprendida
Donde vivir es prohibido.

Morir es libertad
¿Entonces para qué vivir?
Cortar de tajo
Mientras las estrellas brillas en el cielo
Mientras hay un buen viento para volar.

Hay cierta lucidez y aceptación para el suicida
Su impensado hecho y confuso motivo
Le dan la fuerza
Y la libertad para tomar su vida,
Pues morir es una opción muy personal
A tener una vida no deseada.




  
RECLAMO POR ESOS MUERTOS

Para los hermanos de Acteal
En Chiapas.

Allanar con voces este silencio
Que mata la dignidad
Y la libertad del espíritu
No resuelve la masacre de un pueblo.

Sueños recurrentes,
Palabras filosas que mutilan a la palabra
Y se hunden en el mar profundo
De pensamiento y poesía,
Para encontrarse con los nombres
De quienes desbarataron los sueños.

Golpean las imágenes el orgullo
Y sangra la angustia
Ante una devastadora tristeza;
Estas letras no tienen más
Que apretar las entrañas
Para extraer desgarradores lamentos
Que provocan las heridas.

Han descendido al abismo buscando respuestas
Por la negligencia ancestral
En la que han vivido;
Han recogido los pasos
Que han  marcado el camino tortuoso
Por donde sus pies redimieron sus derechos.

Su espíritu fuerte garantiza el futuro de su pueblo
Que miraron los ojos del mundo
Convulsionar como perro moribundo.

¡Acteal no está en la selva!

Su resistencia nada en mares de sangre,
Ha combatido la esperanza
Con realidad trágica
Hilvanada por la memoria del pasado.

Las lágrimas no son suficientes
Para lavar el enrojecimiento de los cuerpos
Solo los gemidos austeros y cansados
Nos hacen saber que apenas llega el consuelo.
El pésame del tiempo no llena esta afrenta fría
Que acuchilla los recuerdos.

Esta ahí el acontecimiento
Como si fue ayer cuando el viento
Cambio de rumbo y ya no hubo porvenir
Para las víctimas.

Hoy solo se escuchan plegarias,
La justicia se ha marchado al extranjero
Esperando como indocumentado el regreso;
Y los caídos aún tienen vida
Entre el testimonio de coexistencia
De vivos y muertos.


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